Una ruta inolvidable de dos horas, subiendo por la ribera del río, para pasar una tarde llena de color, aromas y encanto. Está actividad es apta para todos los edades y no importa si tienes experiencia. También los inexpertos pueden realizar este camino sin ninguna dificultad. 

Sentimos en esta actividad que la naturaleza está en equilibrio con el hombre…

Disfrutamos de caminos con árboles frutales como naranjos, limoneros, aguacates, membrillos, granados, higueras… rodeados de campos de cereales y praderas con caballos, garzas, tórtolas, solitarias águilas y algún gavilán. Las tortugas sin prisa, toman el sol sobre las piedras del río, despreocupadas de todo y con Málaga en un difuminado punto al final del horizonte.